Sociedad

Pelendonia, un anhelado resurgir

Asociación Cultural Alta Sierra pelendona. Este es el nombre con el que se quiere formalizar una nueva asociación que basa su existencia en la idiosincrasia de los antiguos pobladores de la comarca, un proyecto que desea potenciar nuestra ancestral cultural y las tradiciones adquiridas del mundo pelendón.

Recobrar la memoria histórica de un lugar es un ejercicio que siempre nos suscita un curioso atractivo. Nuestra capacidad de absorción de ideas se engrandece esperando nuevas respuestas, nuevos hallazgos.

En Pinares existe desde hace un tiempo un grupo de personas que están indagando en el pasado de la zona. Echando la vista atrás hasta épocas ancestrales, anteriores incuso al Imperio romano, concretamente a la época celtibérica, luchan por entender algo más el comportamiento de nuestras gentes, sus tradiciones.

Se trata de una asociación que aún está en rámites para obtener todos los permisos necesarios y convertirse en un ente real, la predenominada ‘Asociación Alta Sierra Pelendonia’. Pero hasta que las administraciones realicen los requisitos pertinentes, los ideólogos del proyecto ya observan el futuro con optimismo. El objetivo es convertir en referente a la comarca a través del impulso de uno de los indicativos más remotos de la zona como lo fue la Pelendonia. Una situación geográfica en la que instauraron un grupo de pobladores de la época prerromana en Hispania estableciendo su cultura. Unos hábitos que por la orografía del terreno se mantienen en la actualidad como la explotación ganadera. Esa fue una de sus labores más comunes y muestra de ello dejaron como legado el ‘Sagum’, una especie de capa que los pastores han seguido portando hasta la actualidad.

Relaciones como estas entre el el lejano pasado de Pinares y la actualidad no son coincidencias sino que responden a un proceso de continuidad dentro de la evolución humana. Se abre ahora una puerta al interés por la más recóndita cultura de nuestra comarca.

“La falta de conocimientos puede haber sido en ocasiones por la escasa divulgación, o por el mero ritmo de una sociedad poco atraída o desinteresada” manifiesta el promotor de la idea Santiago San Esteban.

Apoyo institucional. Este es el facto clave. Para que todo encaje en el lugar que merece el apoyo de las diferentes administraciones públicas es fundamental. Es ese uno de los caballos de batalla a los que tendrá que dedicar más tiempo la asociación con la idea de buscar apoyos. “Es importante para el futuro de la comarca, para potenciar algo tan nuestro, el apoyo de ayuntamientos y diputaciones, pero también de entidades privadas que se animen a apostar por la cultura” manifiesta el promotor, Santiago San Esteban.

Los objetivos. Entre las premisas fundamentales que quiere potenciar esta nueva asociación se encuentran algunos ejes fundamentales como el impulso del estudio arqueológico de los castros, la creación de algún tipo de publicación acerca de la etnia pelendona, el reconocimiento de Celtiberia como una comunidad histórica y cultural, la confirmación de Pelendonia como consustancial de Castilla y zona de repobladores y por último la recuperación de actividades tradicionales y artesanales propias de estos pueblos.

Un conjunto de medidas que son el deseo de un grupo humano en el que ‘echar la vista atrás’ tiene una significación particular, pues contempla todo un universo costumbrista, y en definitiva una cultura parte de todos, parte de nuestro pasado.

¿Quienes fueron los pelendones?

Fue uno de los poblados celtibéricos que se introdujeron en la península ibérica allá por el Siglo VII A.C.. Estos nuevos pobladores provenían de la zona belga del continente europeo y se instauraron en lo que hoy comprenden la parte norte de Soria, la zona suroriental de Burgos, parte del sur de La Rioja y algo de Navarra junto con Zaragoza. Una extensión donde pudieron desarrollar sus quehaceres cotidianos junto a otros pueblos de los alrededores como los lusones, arévacos o berones entre otros. Pueblo eminentemente ganadero, algo menos agrícola, no desmerecían en el arte de la guerra. Situados en castros defendían su terreno. Su cultura se extinguió con su latinización en el Imperio romano.

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